La Digital Dark Age, que se puede traducir como «Edad Media Digital«, es una locución inglesa utilizada para representar una situación en la que es difícil o imposible acceder a datos porque solo están disponibles en medios obsoletos.

El término «obsolescencia digital» no se refiere a la imposibilidad de acceder a un recurso digital debido a su deterioro natural, sino al atraso de la tecnología.

En relación con este problema, la Biblioteca Universitaria de Cornell publicó una línea de tiempo de formatos multimedia, llamada «Cámara de los horrores» que muestra la rapidez con la que se crean las nuevas tecnologías mientras que las anteriores se dejan de lado y los datos asociados ya no son utilizables.

El problema no solo se limita a los documentos de texto, sino que también se aplica al audio, video, fotos y otros tipos de datos electrónicos.

Vivimos en la era de la Data-Economy, en la que todo gira en torno a la capacidad de las empresas e instituciones para aprovechar los datos disponibles para mejorar el rendimiento empresarial y la calidad de los servicios:

¿y si no podemos acceder a este recurso vital?

LA HISTORIA ENSEÑA…

La cuestión de la Digital Dark Age no es reciente, de hecho, la primera mención del término se remonta a 1997 durante una conferencia de la «International Federation of Library Association and Institutions» (IFLA).

Uno de los ejemplos más famosos son los datos de las imágenes del Desembarco estadounidense en la Luna en 1976, conservados por la NASA en cintas magnéticas, que durante más de una década no se han utilizado. Cuando fueron consultados de nuevo, resultaron ilegibles porque estaban codificados en un formato desconocido y los programadores originales habían abandonado la empresa. Fue necesario un análisis profundo de la información junto con la compra de equipos antiguos para resolver el problema.

La Biblioteca Digital de Internet Archive, hace unos años, dijo que uno de sus principales objetivos era precisamente evitar una edad oscura.

Grandes cantidades de datos digitales se han perdido para siempre. De hecho, es extremadamente complicado «recrear» la historia pasada, y las organizaciones tienen que lidiar con la cantidad de información que no se almacena correctamente, en formatos antiguos o guardados en medios ilegibles.

Muchos conjuntos de datos de gobiernos o universidades de todo el mundo han quedado obsoletos al cambiar las tecnologías, solo piense en los disquetes que no han estado en el mercado durante años. Para tratar de resolver este problema, inevitablemente serán necesarias costosas operaciones de rescate para intentar recuperar los archivos históricos.

El «Informe de la Task Force on Archiving of Digital Information» ha identificado como una de sus prioridades el desarrollo de un mecanismo eficaz para guardar toda la información digital en peligro de pérdida definitiva.

¿CUÁL ES LA SOLUCIÓN CORRECTA PARA EVITAR UNA DIGITAL DARK AGE?

Vivimos en una época en la que cada día se produce una gran cantidad de datos, en muchos formatos y diversos soportes tecnológicos. En nuestros artículos anteriores, hemos enfatizado en varias ocasiones las importantes ventajas de construir una estrategia centrada en los datos (Haga clic aquí para obtener más información), incluyendo la predicción de los resultados futuros basados en datos históricos. En este sentido, el valor estratégico de la información digital es aún más evidente.

En los últimos años, la carrera por la digitalización ha convertido a la Digital Dark Age en una cuestión no más «futurista» sino absolutamente real y concreta.

La difusión de tecnologías inteligentes e interconectadas ha atraído aún más la atención sobre el problema. Sin embargo, el Internet Of Things (Iot), una de las innovaciones más importantes del siglo XXI, al estar integrado con potentes herramientas de inteligencia artificial, puede producir, analizar y almacenar datos de manera más eficiente y sostenible.

Hay dos soluciones óptimas a las que todas las organizaciones deberían prestar mucha atención:

CLOUD MIGRATION

El objetivo principal de Cloud Migration es alojar y aprovechar los datos en un entorno óptimo con importantes beneficios en términos de seguridad, rendimiento y costes.

La computación en la nube se considera el factor clave para la transformación digital al permitirle administrar y analizar la información de forma colaborativa, ya sea desde la infraestructura como servicio [IaaS], o desde la plataforma como servicio [PaaS] o software como servicio [SaaS].

La migración a la nube requiere una estrategia bien estructurada. Los factores de éxito incluyen elementos tecnológicos y organizativos: los primeros incluyen confiabilidad, interoperabilidad, seguridad y privacidad, recuperación ante desastres y ancho de banda de red, mientras que los segundos hacen referencia a soporte de gestión, Formación en TI y grado de control.

Data Standardization

Con el tiempo, la mayoría de las empresas han recopilado y almacenado una cantidad considerable de datos desestructurados, es decir, en forma de documentos en papel o en formatos digitales que se están quedando obsoletos.

El tema de la gobernanza de la información tiene en cuenta la necesidad de «gobernar», utilizar y estandarizar la información de manera eficiente.

El problema es que, en muchos casos, las empresas no tienen la capacidad de saber dónde están los datos, ya sea porque todavía se almacenan en forma analógica o porque se guardan aleatoriamente sin una lógica.

En Drive2Data creemos en la heurística humana, en la conservación y valorización de los datos como centro vital de un motor que aporte innovación y crecimiento sostenible.

La innovación no es solo una posibilidad, sino una necesidad que no se puede ignorar en un mundo interconectado en el que el riesgo de volver a la «Edad Oscura» es cada vez más inminente.

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